Washington, 25 ago (Prensa Latina) Militares de Estados Unidos en servicio activo y veteranos de guerra de los conflictos posteriores al 11 de septiembre de 2001 mueren hoy cuatro veces más por suicidio que en acciones combativas, reveló un estudio.
Según un informe publicado en el sitio digital Costs of War, se estima que 30 mil 177 de ellos fallecieron al quitarse la vida en comparación con los siete mil 057 que causaron baja en operaciones bélicas después de los atentados al World Trade Center, en Nueva York hace casi dos décadas.
El ataque marcó el inicio de las guerras de Estados Unidos contra el terrorismo en cualquier «oscuro rincón del mundo», una postura que defendió el entonces presidente George W.Bush cuando emprendió una campaña militar contra Al Qaeda invadiendo a Afganistán (2001) y luego a Iraq (2003) junto con aliados como Reino Unido.
De acuerdo con la pesquisa, los picos que se observan son el reflejo de una epidemia de suicidios, que evidencian una crisis de salud mental más amplia.
Las crecientes tasas en ese sentido superan a las de la población general, un cambio alarmante, añadió la investigación al agregar que los índices de suicidio entre los miembros del servicio activo han sido históricamente más bajos.
Los riesgos inherentes a la lucha en cualquier guerra, la elevada exposición al trauma, el estrés, la cultura y el entrenamiento militar, el acceso continuo a las armas y la dificultad de reintegrarse en la vida civil, son algunos de los factores que influyen en los elevados indicadores.
El estudio concluyó que la combinación de esas múltiples exposiciones traumáticas, dolor crónico y heridas físicas duraderas está relacionada con los comportamientos suicidas.
Además, la larga extensión de los conflictos bélicos mantiene en general a los efectivos por más tiempo sobre el terreno, proporcionando más posibilidades a la exposición traumática.
Costs of War señaló también que el costo federal de las guerras que ocurrieron tras el 11-S supera los 6,4 billones de dólares y las acompañaron violaciones de los derechos humanos y libertades civiles.
Por otra parte, más de 38 millones de personas en el mundo sufren la condición de refugiados y desplazados debido a tales conflictos.
Analistas advierten que Estados Unidos tiene más de 750 bases militares implantadas en unos 80 países en todos los continentes, las que en alguna medida continuarán la versión de las guerras eternas de Washington.